Gripes

Juguemos a imaginar todo lo que podría pasar y la de gente que moriría si eso que estamos pensando pasase. Pues eso están haciendo los medios. Creo que el medio está confundiendo el orden se sus letras... Ahora hay miedo por los medios y medios para crear miedo.

ElPaís.com, por ejemplo, expone que si la gripe española volviese, hoy solo morirían medio millón de personas en este país. "Si se presentara ahora una pandemia como la gripe española de 1918, que afectó a la mitad de la población mundial y causó entre 25 y 40 millones de muertes, sólo en España podría matar a medio millón de personas y causaría, en todo el mundo, entre 62 y 72 millones de fallecimientos". El resultado de todo esto es el miedo.

Por cierto, la gripe de 1918 no apareción en España, nación en Fort Riley, Kansas, Estados Unidos el 11 de marzo. Los Aliados de la Primera Guerra Mundial la llamaron Gripe española porque la pandemia recibió una mayor atención de la prensa en España que en el resto del mundo, ya que España no se vio involucrada en la guerra y por tanto no censuró la información sobre la enfermedad.

Uno de los primeros síntomas de que la gripe se puede expandir es elegir el nombre de la enfermedad. En 1918 se oína muchos candidatos: la Gripe española, la Gran pandemia de gripe, la Epidemia de gripe de 1918, La Pesadilla y La madre patria. Pues bien, 91 años después también nos cuesta nombrar a la actual gripe: Gripe porcina, Gripe mexicana, Gripe A, Gripe del H1N1. Puede que sea normal haber heredado el problema de la asignación ya que el virus H1N1 es uno de los descendientes de la gripe española y en esta vida todo se hereda, menos la hermosura (del nombre al menos).

Tápate la boca

La gripe A es muy peligrosa, amigo. Pero al que le está viniendo de maravilla todo este lio es al fabricante de mascarillas. Con el gripe y los flujos de la oferta y la demanda, estas "necesarias" medidas de prevención están cada días "más carillas". Más vale prevenir que curar, sí, pero más vale informar bien y dejarse de meter miedo a la gente.

Álvaro López Gil