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INSUMISIÓN FISCAL VS. CORRUPCIÓN (III)

· Soy insumiso fiscal porque entiendo que si en el Poder Ejecutivo existe la corrupción, en el Legislativo también. Demasiados ciudadanos no comparten —cuando las conocen— las leyes que aprueban en los Parlamentos y reclamamos a gritos otras leyes que armonicen la convivencia pacífica y que defiendan nuestros intereses. ¿Qué es el estado de bienestar? ¿Hasta dónde tiene que aumentar el nivel de delincuencia? ¿Hasta cuánto tiene que aumentar el paro? ¿Por qué las hipotecas se están convirtiendo en parte de la herencia de los beneficiarios? Los intocables deberían debatir públicamente todas y cada una de las leyes, enmiendas y modificaciones que imponen en vez de decretar voluntades interesadas a base de mayorías parlamentarias.

· Soy insumiso fiscal porque los partidos políticos se limitan a aprobar Códigos deontológicos y Manuales del buen gobierno que nada tienen que ver con iniciativas legislativas que terminen de una vez con la corrupción y con su incompetencia. Como no creo en la casualidad sino en que todo es causal, deduzco que no querer legislar para terminar con esta lacra es porque todos forman parte de una trama de actores y compinches que se tapan unos a otros. Mientras que los regalos —por poner sólo un ejemplo— no sean ilegales —y no sólo deontológicamente improcedentes—, los ciudadanos vamos a tener que pagar unos agasajos… Si escribo del copón me van a descalificar por maleducado y clasificarán el escrito dentro de los libelos incendiarios. Pero si la sra. Aguirre dice «el hijo puta» no pasa nada y sigue presidiendo sin provocar la más mínima reticencia. ¿Somos todos iguales o estamos moldeados subconscientemente?

· Soy insumiso fiscal porque los intocables se limitan a denunciarse en los mítines, no en los juzgados ¿Por qué? Denuncio el desarraigo del poder político a la vida civil, la desvinculación entre la política y el servicio público. ¿Qué va a hacer la Justicia —el otro Poder que faltaba junto al Ejecutivo y Legislativo— ante la ausencia de leyes efectivas que terminen con la corrupción? Pues lo que todos: ver y callar… y dar charlas. ¿Cuánto nos ha costado el espectáculo de los dos piratas somalíes? Nos hemos gastado más en saber la edad de uno de esos jóvenes (19 años) que en lo que cobran muchas de nuestras viudas en meses. El sistema de diagnostico sanitario ha sido muchísimo más efectivo con un pirata que no ha cotizado jamás que con el resto de los españoles que lo estamos pagando. ¿A quién representa la Justicia? ¿A quién cubre la Sanidad?

· Soy insumiso fiscal porque exijo saber si con mis impuestos se ha pagado el rescate del Alakrana, sobre todo si se baraja de una cifra de 2.000.000 de euritos. Quizá la solución a la crisis sea hacerse pirata, como lo hizo sir Francis Drake.

· Soy insumiso fiscal porque no sólo es indignante mantenerse como testigo pasivo mientras que los casos de corrupción más descarados terminan por archivarse, sobreseerse, absolverse o mantenerse bajo secreto durante demasiado tiempo, sino que denuncio la corrupción legalizada que se está produciendo en España. Me niego a pagar un festín que los intocables me quieren obligar a sufragar con los impuestos y del que sólo disfrutan ellos y sus compinches, ya sean bigotes, cuñados o hijas.

· Soy insumiso fiscal porque no tolero que la corrupción se haya legalizado. O sea, que los intocables tengan unas compatibilidades que son incompatibles para el resto de los ciudadanos, unas cesantías que para los demás se llama subsidio si es que se cobra, unos tiempos de cotización muy inferiores a los de los demás trabajadores para después cobrar unas pensiones vitalicias de ensueño, un parque móvil público que se utiliza para fines privados... (Las 286 páginas del libro La casta dan para conocer muchísimos más abusos).

· Soy insumiso fiscal porque además de afirmar que los intocables mangonean en los impuestos de los demás españoles, entiendo que esta codicia les impide ocuparse de las cuestiones que nos interesan a los que pagamos sus privilegios. Mientras que están pensando cómo exprimir legalmente a los ciudadanos no pueden pensar cómo gestionar adecuadamente nuestra convivencia. Mientras que están pensando cómo obtener más impunidad no pueden pensar cómo gestionar la crisis. Mientras que están pensando cómo justificar su corrupción no pueden pensar cómo atajarla. Mientras que están pensando cómo tener más pasta no pueden acordarse del precio que el resto de los españoles paga por un café. Por ejemplo, para no subirse el sueldo se suben los complementos y dietas; para aprobar sus ingresos y compatibilidades echan a los periodistas de la Cámara; para adjudicarse sus contratos a dedo fragmentan los presupuestos tanto como sea necesario. Todas las estratagemas que utilizan necesitan ser cocinadas y procesadas y la expresión habitual de sus cocientes intelectuales hace sospechar que utilizan demasiado o todo el tiempo que, obviamente, no pueden emplear en gestionar dignamente la «res publica». Los intocables tienen el vicio de compararse con la elite empresarial en vez de sentir la responsabilidad de representar a la mayoría de los ciudadanos. Soy insumiso fiscal porque existe una profunda confusión entre lo público y lo privado.

· Soy insumiso fiscal porque me niego a vivir en un país corrompido por políticos indecentes y porque no pienso irme.

· Soy insumiso fiscal porque comparto la advertencia de los psiquiatras en cuanto al porcentaje de psicópatas integrados en la sociedad, especialmente en altos puestos ejecutivos de empresas y gobiernos. Por lo que respecta a los que formen parte de los gobiernos —y deseando que todavía no sean mayoría—, observo que no tienen la destreza suficiente para ocuparse de camuflar su ración de corrupción y realizar una gestión pública con eficacia. Esto explica la chapuza manifiesta en la que estamos ahogados. También es cierto que es mejor pedir peras al olmo que pedir a un psicópata que se comporte decentemente.

· Soy insumiso fiscal porque conozco el porqué sus señorías se retienen el 4,5% de IRPF: como todos, conocen muy bien el refrán «Más vale pájaro en mano que ciento volando»; y además, saben cómo desgravarse lo que haga falta para que su contribución sea tan testimonial. A mí me «retienen» (debería escribir roban) el 17,99%, ¡4 veces más! cobrando la décima parte que ellos ganan. ¿Por qué? ¿No es esto inconstitucional?

Carnavales 2010.
El caballero Alcor.
En pocos días, la continuación del artículo. Puedes leer las anteriores partes en RedesyMedios.

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